Y después de todo, aquí estoy, sentada en la parada de la guagua. Sola. El viento me da en la espalda y me pone el pelo en la cara. Estoy despeinada, pero no me importa. Miro las sucias baldosas del suelo mientras pienso en mis problemas. La verdad es que hace tiempo que no soy yo misma en mi totalidad. Hace tiempo que sólo soy capaz de sonreír en mis pequeños paréntesis de felicidad. Porque eso es lo que la felicidad es para mí ahora: un paréntesis. Donde antes todo eran sonrisas sinceras de oreja a oreja por cualquier cosa, ahora son sonrisas forzadas en su mayoría. En fin, si algo he aprendido hoy es que te puede romper el corazón alguien de quien no estás enamorada.
Y desde esta nueva perspectiva de ''corazón roto'' es cuando me doy cuenta de nada está escrito.
La guagua no llega y mis pensamientos siguen fluyendo sin control. Ya no sé ni que hacer ni que pensar sobre el amor y sus consecuencias. Bueno, al menos me queda eso que dicen de que: ''el tiempo lo cura todo.''
Pero en mi caso pregunto: ¿Qué ocurre cuando el tiempo es la enfermedad?
No comments:
Post a Comment