
Si alguna vez habéis pasado por eso, sabréis el terrible dolor que se siente, como un millón de agujas congeladas que te atraviesan y te queman por dentro. Como una pequeña parte de ti muriendo con cada paso dado.
Entonces levanto la vista y solo veo una mirada indiferente. Y mi corazón, malherido, huye.
No comments:
Post a Comment