No paro de darme cabezazos contra la pared del destino. Ese cruel y despiadado destino que no para de colocarla delante de mis narices. Ella...
Así que lo único que pido ahora es que alguien me abra el pecho y me saque el corazón, aún latiendo, y se lo entreguen a quien verdaderamente le pertenece, a quien le ha pertenecido siempre... Yo ya no lo quiero.
Y para acabar, que me extraigan todos esos bellos recuerdos y que los tiren mar adentro, aún sabiendo que volverán...
-Martín Saravia Holcer.
Así que lo único que pido ahora es que alguien me abra el pecho y me saque el corazón, aún latiendo, y se lo entreguen a quien verdaderamente le pertenece, a quien le ha pertenecido siempre... Yo ya no lo quiero.
Y para acabar, que me extraigan todos esos bellos recuerdos y que los tiren mar adentro, aún sabiendo que volverán...
-Martín Saravia Holcer.
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