12 Dec 2013

To flee.

Corro, corro y corro... ¿Por qué lo hago, si no tengo miedo? No, no lo tengo, pero no puedo parar. Tal vez la cobardía se esté empezando a apoderar de mi alma. Tal vez sólo esté huyendo; de recuerdos quizás; o quizás solo corra por la inercia provocada por mi inestabilidad emocional.


Puede que haya llegado el momento de desplegar mis alas y volar. O puede que haya llegado el momento de desvanecerme al igual que lo hace la tenue niebla que inunda las calles cada mañana.




Ha llegado el momento de soltarlo todo.

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